Conociendo los síntomas de dengue



El dengue, también conocido como "fiebre rompehuesos", es una enfermedad viral tropical que se ha convertido en un problema global en las últimas décadas. 

El número de casos de dengue ha estado en un marcado aumento desde 1960. Cada año entre 50 y 390 millones de personas están infectadas con el dengue. El dengue es endémico y esta presente en más de 110 países de todo el mundo.

Los cambios ambientales se cree que desempeñan un papel en la difusión del dengue a escala mundial.

 síntomas-de-dengueHay diferentes serotipos del virus del dengue:

Estos se denominan DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4.
La infección con uno de los serotipos por lo general proporciona inmunidad de por vida a ese tipo. Sin embargo, tras la infección con otro serotipo puede causar complicaciones graves. El virus del dengue es transmitido por los mosquitos Aedes.

El dengue es causado por mosquitos que pican durante el día, especialmente en la mañana y por la tarde en sus ultimas horas. La infección se puede adquirir por una sola picadura.

Los síntomas del dengue varían dependiendo de la gravedad


En el dengue leve, los síntomas aparecen hasta siete días después de la picadura de un mosquito. En la mayoría de los casos, los síntomas son leves o inexistentes. Los síntomas de dengue leve incluyen fiebre alta, dolor en músculos y articulaciones, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, una erupción similar al sarampión, vómitos y náuseas.

El dengue hemorrágico (DH) es una forma más severa del dengue


El dengue hemorrágico puede ser fatal si no se administra el tratamiento adecuado. Junto con síntomas de dengue leve, sangrado de la boca o la nariz, sangrado interno que lleva a vómitos y heces negras y se pueden observar manchas de sangre debajo de la piel y el estómago sensible.

El paciente debe ser desplazado a un hospital y en algunos casos ingresado ​​en la unidad de cuidados intensivos.

El síndrome de shock del dengue se considera la peor forma de dengue. El tratamiento es muy necesario fatal e intensivo. Se caracteriza por un dolor intenso de estómago, desorientación, hipo tensión repentina, sangrado abundante, vómitos y pérdida de líquido de los vasos sanguíneos.

No existe un tratamiento específico para el dengue y tampoco hay vacunas disponibles comercialmente. El tratamiento está dirigido a aliviar los síntomas y el apoyo a la recuperación. En el dengue leve, se recomienda rehidratación y analgésicos.

Medicamentos como la aspirina se evitan, ya que aumentan el riesgo de sangrado. Para las formas más graves de dengue, la suplementación intravenosa de líquidos (goteo IV) y la transfusión de sangre se prescriben para mantener el equilibrio del nivel de líquidos.

La mejor opción contra el dengue es su prevención.

El dengue se puede prevenir mediante la adopción de medidas para controlar las poblaciones de mosquitos y evitar las picaduras de mosquitos. Estas medidas incluyen el uso de insecticidas y repelentes, ropa protectora y redes y evitando que el agua se estanque. Siempre es mejor prevenir que curar cuando se trata del dengue.






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